sábado, 7 de abril de 2018

**_ Oración de la Noche: "Ya llega el final del día"

A Ti levanto mis ojos, te alabo con todo mi ser porque Tú no dejas sin protección y auxilio a ninguno de los que esperamos en Ti.




Señor bueno y bondadoso:

Ye llega el final del día y vengo ante Tu presencia a rogarte que escuches mi oración. 

Que se haga Tu voluntad en cada asunto que hoy pongo en Tus manos, sabiendo que ya tienes preparada para mí la solución y actuarás en el momento preciso porque Tu tiempo es perfecto para todo. 

A Ti levanto mis ojos, te alabo con todo mi ser porque Tú no dejas sin protección y auxilio a ninguno de los que esperamos en Ti. 

Estoy seguro que si transito en medio de tribulación o necesidad, puedo contar con Tu compañía, con Tu ayuda y al final se cumplirá Tu propósito en mi vida. 

Quiero seguir siempre adelante con alegría y en comunión contigo porque así se desvanecen mis dificultades y puedo gozar de Tu paz a pesar de todas las circunstancias. 

Conserva mi corazón limpio, firme e inquebrantable y guárdame en la certeza de que siempre voy a recibir Tu amor y Tu misericordia. 

Bendito seas mi Señor porque inclinas tu oído hacia mí y cada día escuchas con atención lo que tengo que decirte. 

Concédenos por la intercesión de Tu Madre Milagrosa, la Virgen María, un corazón dispuesto a decirte siempre “sí” a lo que me pidas. Acompáñame siempre, de día y de noche, y hoy quédate cerquita de mí. 

Amén.

Padre Alexis Gutiérrez


** Señor Jesús ya comienza otro día y quiero abandonarme en tus brazos, ya que eres mi pastor.-

Ayúdame a encontrar fuerzas en tu amor, a encontrarme contigo en la Eucaristía, para que serenes mi alma y apagas toda tribulación que turba mis sentidos.



Señor Jesús ya comienza otro día y quiero abandonarme en tus brazos, ya que eres mi pastor. No quiero renunciar a lo que es correcto ante ti. Dame tu fuerza para rechazar todo precepto de hombre que sea contrario a tus divinas enseñanzas.
A veces por mi gran ceguera, he obrado mal. En algunas ocasiones, son las malas pasiones las que me han dominado arrastrándome a abismos de dolor.
Aquí me tienes, pecador, rápido en ver, juzgar y corregir los errores y las pequeñas faltas de los demás; pero lento para corregir las mías propias.
Ayúdame a sacar de mi interior aquellos estorbos espirituales que no me permiten crecer en tu dirección. Corrige todas mis malas formas de actuar.
Ayúdame a encontrar fuerzas en tu amor, a encontrarme contigo en la Eucaristía, para que serenes mi alma y apagas toda tribulación que turba mis sentidos.
Quiero hacer de tu Palabra parte de mi vida, que dirija mis decisiones para así desprenderme de todo deseo malsano que ensucia y mancha mi alma.
Dame, amado mío, el don de ser un cristiano coherente, un cristiano lleno de compasión para ser vigilante primero de mis propias acciones.
Perdona mis faltas y libérame de las heridas que pude haberme causado para así conseguir una verdadera vida saludable a tu lado.
Santísima Virgen María de la Medalla Milagrosa cuídanos durante este día de todo mal y peligro.
Amén…

Fuente: P. Alexis Gutiérrez

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