¡Oh Divina Providencia!
¡Concédeme tu clemencia
y tu infinita bondad!
Arrodillada a tus plantas
a Tu caridad portento.
Te pido por los míos:
casa, vestido y sustento.
Concédeles la salud,
llévalos por buen camino.
Que sea siempre la virtud
la que los guíe en su destino.
Tú eres toda mi esperanza.
Tú eres el consuelo mío.
En la que mi mente alcanza,
en ti creo, en ti espero, y en ti confío.
Tu Divina Providencia
se extiende a cada momento.
Para que nunca nos falte:
casa, vestido y sustento.
Amén!
Amen
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