Amado Jesús,
¡Mis labios no se cansan de alabarte!
Venga Señor,
tu Amor y Espíritu sobre mí.
En ti pongo toda mi confianza.
Te bendigo y glorifico Padre Dios.
Mi alma se llena de gozo al saber
que está llena de tu Espíritu Santo.
Guíame en este hermoso día
que me regalas.
Amén!
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