¡Bendito y Alabado seas, Señor!
Gracias Padre de amor
por despertarme a un día en el que no sólo
me das la oportunidad de vivir,
sino la oportunidad de amar más,
servir más y adorarte más.
Entiendo que fui creado para amar,
y porque Tú eres fuente del mismo amor,
me adhiero a Ti en cuerpo y alma
para vivir intensamente.
Amén!
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