Tú Señor,
que no quieres la muerte del pecador,
sino que se arrepienta y viva,
dígnate aceptar los sufrimientos y las angustias
de tu hijo (a) (se dice el nombre)
afligido (a) por la enfermedad…
Por la intercesión de San Charbel,
apóstol de los enfermos,
concédenos valor y paciencia en la enfermedad;
y si es tu voluntad, otórganos la salud del alma y cuerpo
manifestando tu poder, amor y compasión.
Para que sano y alegre
cumpla tus mandamientos
y proclame tus maravillas.
¡Oh, Señor!, Dios nuestro, a ti sea la Gloria
ahora y por los siglos de los siglos.
Amén.
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