Gracias por darme todo, aún sin merecerlo,
por aceptarme con todos mis defectos,
por darme esperanzas cuando no las tenía,
por ser mi aliento ante mis flaquezas,
por ser el refugio para mis lamentos.
Gracias PADRE por tu gran Amor y
por la Lluvia de Bendiciones
que me regalas cada día !
Amén!
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