Señor, a lo largo de este día
he tenido momentos de apuro,
momentos de tensión,
pero he sabido conservar la calma,
porque sabía que Tú, Señor,
estabas junto a mí, que me sonreías
y que hasta me decías:
"Ánimo, no te desanimes.
Sé valiente y soporta estos contratiempos.
No temas, porque Yo
estoy a tu lado".
Gracias Padre Dios
por ser Tú mi Refugio y mi Amparo.
Amén!
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