Padre bueno gracias por escucharme en este nuevo día, gracias por entrar en mi vida y mostrarme el camino para hacer el bien.
De Ti provienen las fuerzas y el amor que me impulsa a seguir adelante.
Creo en Ti; pero aumenta mi fe. Hazme vivir con seguridad en el corazón. Quiero confiar ciegamente en tu gracia que me aparta del miedo y del dolor. Quiero tener una fe tan poderosa que sea capaz de arrancarte milagros de amor.
Ven y deja caer tu compasión sobre mi vida y la de los míos.
En la eucaristía que es testimonio de tu amor, Tú invitación es a no desistir, a invocar tu auxilio, a que nunca me desespere por dura que sea la batalla, pues Tú jamás apartas tu mirada de tus hijos.
Te pido perdón por las veces en que creí merecerlo todo y no aceptar el sufrimiento con valentía.
Dame hambre y sed y de Ti, renueva mis ánimos. Perdona mi debilidad, mira siempre este humilde corazón mío que ansía con gran ardor contar siempre con tu presencia y tu bendición.
Que hoy la Santísima Virgen María Milagrosa nos acompañe.
Amén.
Fuente: P. Alexis Gutiérrez
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