Señor bueno, al final de este día me siento tranquilo y complacido, entre tantas razones, me quedo con saber que yo estoy vivo por tu gracia, estoy feliz y tengo sueños y propósitos para seguir adelante.
Entiendo, mi Dios, que Tú todo nos lo das gratis, que jamás has pedido ni pedirás nada a cambio, por eso, te alabo y te bendigo.
Estoy tan feliz que no le tengo miedo al futuro, esa ansiedad ha desaparecido porque sé que Tú todo lo tienes preparado para mi bien, sé que me has ayudado y regalado misericordia para que mi pasado no me determine, y sé que mi futuro lo tienes en tus manos.
No quiero relajarme, Señor, ni que mi confianza en Ti se transforme en conformismo o flojera, quiero trabajar por mis objetivos, vivir bien y feliz, pero quiero, antes de dormir, sentirme tranquilo porque sé que Tú estás al lado mío; mientras voy trabajando y haciendo mi parte Tú haces la tuya, y eso me da confianza para seguir.
Que la Virgen María Milagrosa nos arrope con su manto.
Amén.
Amén.
Fuente: Padre Alexis Gutiérrez
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