Virgen, Madre de mi Dios,
¡haz que yo sea todo tuyo!
Tuyo en la vida,
tuyo en la muerte;
tuyo en el sufrimiento,
tuyo en el miedo
y en la miseria;
tuyo en la cruz
y en el doloroso desaliento;
Tuyo en el tiempo y en la eternidad.
Virgen, Madre de mi Dios,
¡haz que yo sea todo tuyo!
Oración compuesta por Juan Pablo II
No hay comentarios:
Publicar un comentario